La pregunta vale para muchos aspectos de esta agitada vida que venimos transitando los argentinos en este trajinar que proviene de inicios del siglo XXI. La sociedad pregunta porque ve, azorada, que no hay respuestas y que si las hay son incoherentes por parte de la actual gestión que en su afán de conformar a tibios y calientes, se queda en la fría galería del no hacer, o hacer las cosas mal.
CONFLICTO EN EL SUR:
El Presidente Alberto FERNANDEZ en el intento de constituirse en mediador entre los sectores supuestamente mapuches desalojados de las laderas en Villa Mascardi, sostuvo “que, ante la irremediable decisión de la Justicia de llevar adelante el desalojo, recomendó que no utilicen armas de fuego ni ningún tipo de bala”.
Pero cómo es eso Presidente de la “irremediable decisión de la Justicia”. La justicia dicta decisorios conforme a la ley que aplica. Son remediables de acuerdo a las instancias procesales existentes hasta que queden definitivamente “firmes”, expresión jurídica que significa que ya no hay instancia de modificación. La expresión suya, Presidente, es como mínimo, desafortunada y más cuando la expresa con una de las partes del conflicto siendo que Ud representa a la otra. La muestra como una claudicante actitud del Estado, de la República, frente al pronunciamiento judicial que, de acuerdo a lo dicho, es como decir que la cumplo porque estoy obligado pero no convencido de lo que hago.
Ud fue a ofrecer un espacio de diálogo a quienes han violado la Constitución Nacional -a la que pareciera Ud. no es tan afecto no obstante su condición de abogado y profesor universitario- las leyes que su consecuencia se dicten y hasta ha preferido tomarse una foto con una extraña bandera de fondo azul con una luna en cuarto creciente y una rara estrella de cuatro puntas, en lugar de exigirle a esa población que si quieren sacarse una foto con Ud que dice ser -hoy muchos lo dudan- Presidente de la Nación Argentina, lo hagan con el pabellón patrio.
¿Cómo es eso Presidente que no ha merecido una consideración suya la pancarta que rezaba que Ud. había pisado suelo mapuche?. Ud. estaba dentro del territorio nacional y esa pancarta y sus tenedores debieron ser detenidos y juzgados. No solo los detentadores de la pancarta sino también aquellos que agitaban banderas que no eran las argentinas sino que representaban a quienes habían usurpado tierras, cometidos desmanes, atentado contra la Gendarmería Nacional y aterrorizado a los pacíficos vecinos de la región sur. Pacíficos vecinos entre los que, vale la pena señalar, también se encuentran mapuches que se sienten tan argentinos como muchos de nosotros y más que Ud. seguramente.
No es este un alegato de alarde nacionalista porque muy lejos de ello puede estar quien esto escribe. Es un acto de rebelión contra su actitud de desprecio: primero a la Justicia y después a su propia investidura. Sin dejar de ser una claudicación a la soberanía de nuestra Nación.
Merecería este gobierno -y dada la situación por la que atraviesa- recordar el epitafio que se encuentra en la tumba del Cardenal Richelieu: “Yace aquí el gran cardenal que hizo en vida mal y bien: el bien que hizo, lo hizo mal; el mal que hizo, lo hizo bien”.